La industria del agro ha mejorado en los últimos años la efectividad de sus procesos con la finalidad de brindarle condiciones más óptimas a los cultivos y plantaciones de las que depende una gran parte de la población para suplir sus necesidades alimentarias. Los invernaderos sin duda alguna han sido un avance significativo dentro del sector debido a que han facilitado la proliferación de cultivos en regiones donde climáticamente no es viable realizar este tipo de prácticas; sin embargo, no todos los invernaderos son iguales ni brindan las mismas condiciones de cuidado. Para garantizar su efectividad, es indispensable equipar estos espacios con distintos insumos que faciliten la adaptabilidad al entorno, brindando las circunstancias más favorables para el crecimiento de las plantas.
En Agropinos queremos poner a su disposición los mejores recursos e implementos para que pueda efectuar de forma más óptima los diferentes trabajos que son necesarios para asegurar el mejor estado de un cultivo, por eso lo invitamos a no perderse ninguno de los detalles de esta nota en la que descubrirá todo lo relacionado con el clima y su impacto en el funcionamiento de los invernaderos.
Cómo adaptar un invernadero dependiendo del tipo de clima
Dependiendo del diseño y los insumos que se empleen para su construcción, los invernaderos pueden brindar los cuidados necesarios que requiere una planta tanto en climas fríos como en climas cálidos. Debido a las características de este tipo de edificaciones empleadas en el agro, su efectividad depende en gran medida de las condiciones externas y el modo en el que el invernadero interactúa frente a estas. Si se emplea un plástico traslúcido de bajo calibre sin protección UV, por ejemplo, el cultivo recibirá de manera directa tanto el calor como la luminosidad por la de la exposición prolongada a los rayos del sol, sin embargo, hay especies de plantas que necesitan de mayor sombra para poder desarrollarse adecuadamente por lo que este tipo de invernadero no resultará funcional para cumplir con el trabajo que se espera realizar.
Par adaptar un invernadero al clima de una región específica es necesario tener presente los siguientes aspectos para garantizar su efectividad:
- Luminosidad: para que una planta logre llevar a cabo los procesos biológicos necesarios para fortalecerse y dar frutos durante su etapa de crecimiento, necesita recibir cierta cantidad de luz durante determinados periodos del día. Aunque la mayoría de cultivos suelen prosperar en distintos contextos en los que la luz solar es constante y permanece durante una gran parte del día, hay entornos geográficos en los que el sol es visible durante cortos periodos de tiempo dependiendo de la época del año o su ubicación respecto al centro de la tierra. En estos casos, resulta necesario implementar sistemas lumínicos artificiales que garanticen las condiciones necesarias para que las plantas puedan hacer fotosíntesis y recibir distintos tipos de enzimas necesarias para proceder con todas sus funciones vitales.
- Temperatura: este factor suele estar estrechamente relacionado tanto con la presencia lumínica como con la atmósfera y el ambiente que hacen de un entorno un lugar más húmedo o árido según las condiciones propias de cada territorio. Cuando se quiere realizar un invernadero para plantas tropicales, por ejemplo, resulta indispensable brindarle cierta protección al cultivo para que de este modo se recree la humedad de estos entornos y se mantenga una temperatura interna de 15 o 18 grados centígrados, que es necesaria para el desarrollo de este tipo de plantas que suelen crecer de forma natural en países del sur cercanos a la línea ecuatorial. Sin embargo, para las plantas que requieren de una temperatura menor en la que abunden las áreas de sombra, existen insumos como la tela para invernadero que cubre y reduce la presencia del sol, ayudando a controlar considerablemente la temperatura que se requiere según las condiciones del cultivo.
- Ventilación: al igual que la luz y el agua, otro de los recursos esenciales que necesitan las plantas es el aire debido a que este ayuda a regular tanto la humedad como la temperatura que pueda llegar a concentrarse al interior de los invernaderos. Para facilitar la entrada y la salida del aire, se requiere mantener una ventilación óptima en diferentes puntos para que de este modo mejore la circulación de este recurso y no se vea afectada la protección que el invernadero debe brindarle al cultivo. La malla para invernadero suele usarse para propiciar la ventilación al ser un material lo suficientemente permeable como para permitir el traspaso del aire, pero a la vez es altamente resistente por lo que no deja totalmente al descubierto algunas zonas del invernadero.
- Riego: finalmente, otro de los factores que determina el diseño del invernadero de acuerdo con el clima en el que se implemente es el riego. En entornos más cálidos y secos es necesario aumentar los tiempos y la cantidad de agua que se le proporciona a las plantas por medio del sistema de riego, pero en zonas más húmedas y frías propensas al helaje puede disminuirse la presencia del líquido. Las mallas antigranizo, por ejemplo, además de proteger al cultivo de las difíciles condiciones climáticas en las que una lluvia puede ser demasiado fuerte y afectar el estado de las plantas, también pueden incluirse dentro del sistema de riego para que de este modo se aproveche el agua del deshielo.
Tipos de invernaderos según el clima
Antes de pensar en diseñar un invernadero que permita cubrir las necesidades de un cultivo, es necesario tener en cuenta el clima y las condiciones geográficas del entorno en el que se va a implementar dicho espacio. Tanto el diseño del invernadero como los insumos que este requiere para ser efectivo dependen en gran medida del clima que se logre identificar, por lo que se deberá acondicionar este espacio teniendo en cuenta los aspectos anteriormente nombrados y de este modo se podrá escoger alguno de los siguientes tipos de invernadero:
- Invernaderos en entornos secos o desérticos: una de las principales características de estos espacios son las altas y difíciles temperaturas que pueden llegar a superar los 38 grados centígrados. Este clima dificulta la presencia de humedad al interior del cultivo, por lo que diseñar un invernadero con un sistema de riego lo suficientemente extenso en el que se incluya un reservorio de agua para los tiempos de sequía, puede ser necesario si se quiere evitar la deshidratación de las plantas. De igual forma, hay que mantener protegido al cultivo de los fuertes vientos que pueden traer consigo restos de tierra o arena que podrían afectar las hojas y el tallo de las especies que integren la plantación. Sin embargo, con el uso de una buena malla se podría llegar a emplear este recurso para propiciar una ventilación que disminuya el calor que se podría concentrar en el invernadero.
- Invernaderos en climas templados: la gran mayoría de cultivos suelen realizarse en áreas geográficas con climas templados debido a que estos pueden brindarles mejores condiciones a las principales especies de plantas que son requeridas en los diferentes mercados a los que provee la industria del agro. Sin embargo, si se quiere crear el entorno de un invernadero tropical u otra especie de plantas que necesiten requerimientos más específicos para su crecimiento, es necesario emplear insumos como los que ofrecemos en Agropinos. Las zonas de climas templados suelen presentar mayores variaciones atmosféricas en comparación a otras regiones geográficas, por lo que resulta indispensable equipar el invernadero para poder proteger al cultivo tanto de calores intensos como de fuertes precipitaciones de lluvia. La clave para el diseño de estos espacios es el equilibrio entre protección, ventilación y control de temperatura debido a que requiere una mayor adaptabilidad a los diferentes contextos climáticos que se puedan presentar.
- Invernaderos en climas fríos: finalmente, los invernaderos diseñados para climas fríos suelen ser los que mayor equipamiento requieren debido a que necesitan propiciar temperaturas idóneas a través de distintos artefactos de control de humedad que puedan hacer uso del aire para brindar una fuente de calor. Las heladas suelen afectar considerablemente las condiciones de las plantas, por lo que implementar mallas o telas para invernadero que refuercen la protección que se le da al cultivo podría evitar los estragos de estas difíciles condiciones climáticas con tendencia a la humedad.
Esperamos que la información aquí suministrada haya resultado de su interés y le permita mejorar las labores que realiza en el sector del agro. Recuerde que si desea implementar un invernadero que proteja a su cultivo de diferentes temperaturas, en Agropinos contamos con un amplio catálogo de productos en el que encontrará los insumos necesarios para diseñar estos espacios.
Si tiene alguna duda o le gustaría recibir más información sobre nuestros servicios, ¡lo invitamos a contactarnos! Trabajamos para mejorar el agro del país.
Artículo tomado de: Agropinos Insumos Agrícolas
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